El dinero que pierde el cuidadano dominicano por el mal servicio, servicio cobrado y no prestado, catalogado seguro como estafa, en medio de un clima de abandono por parte de las autoridades dejando a las Telefónicas dueñas del terreno, lleva a esta cuidadano a protestar colerizado en un centro de claro, a sabiendas que a cualquier competencia que se arrime el mal servicio será lo mismo.

